domingo, 22 de marzo de 2009

Chengde... templos y gente china...

Después de un tiempo sin escribir vuelvo para contar nuestro viaje del fin de semana pasado... Esta vez nos tocó cerca... Chengde... una ciudad al norte de Beijing,a 4 horas y media en tren de asiento duro... sí, sí... de esos que de verdad se te queda cuadrado... y lleno de chinos, con sus estrecheces, olores, más pasajeros que asientos y demás...

Salimos a las 6.30 de Beijing y llegamos allí a las 11... a una estación de tren que bien podría ser en España para un pueblo de 5000 habitantes... y allí son 400.000... a la salida se nos presenta una mujer que nos dice si buscamos hotel... a lo que nos ofrece uno por 680RMB... algo más de 70 euros y con la que negociamos consiguiéndolo por 100 RMB... algo más de 10 euros... nos acompaña en el autobús de linea al hotel a ver si nos parece bien el hotel y aceptamos y allí nos quedamos... a la vez se muestra voluntaria para hacernos de guía todo el día, también por no mucho dinero...
Y así comenzamos nuestras visitas... de templo en templo... acercándonos primero a los más importantes , como el de Puning... templo budista donde se encuentra un buda gigante con 42 brazos y 100 ojos realizado en madera y oro... así como otro montón de construcciones más pequeñas en lo alto de una colina con lo que se tiene una vista muy buena de la ciudad. De ahi cogemos un taxi y nos disponemos a visitar el Putuo Zong Cheng Temple donde se encuentra una reproducción del Palacio de Potala en el Tibet... una maravilla de 43 metros de altura (un tercio de lo que mide el original) que nos encantó... tanto que si teníamos alguna duda sobre ir este año a visitar Tibet o no, nos la quitó de un plumazo.... este año no podemos quedarnos sin ir a Lhasa y alrededores a disfrutar de los paisajes, los templos y las formas de vida tibetanas. Seguimos viendo otros templos pero de menor importancia para terminar en la otra punta de la ciudad, tras otro viajecillo de 45 minutos en autobús de linea (con su correspondiente parada en medio de la carretera para arreglarlo después de que se parara varias veces, hasta que dijo que se quedaba... llamamos a la grua???? qué grua? El mismo conductor, mecánico (seguro que cocinero y mozo de almacén en sus ratos libres) se encargó de la reparación sin salir del autobús, sin levantarse del sillón y con un solo destornillador y quitándo chapas de aquí y de allá.... un show)... llegamos a la parada del autobús a los pies de la Kui Xing Tower... sólo nos quedaban unos 500 escalones y un kilómetro de cuesta arriba.... Llegamos y la verdad que las vistas desde allí eran increibles... se cuenta que allí es donde van los estudiantes a pedir y dar gracias por y para los exámenes... incluso los mejores del pueblo, los que logran ir a la universidad en Pekín tienen su nombre puesto en las paredes. Ahí decidimos terminar las visitas... a cenar unos jiaozhi y baozhi y a dormir... que al día siguiente hay que seguir...
El domingo por la mañana desayunamos en un puesto callejero una especie de crepe, con pasta y hierbas de todos los sabores en el interior y a visitar el templo del Lama, que está en el centro del pueblo... aunque con no mucho destacable...

Ahí pasamos de templos y nos vamos a dar vueltas por el pueblo, por la orilla del río (que no la mota del río) donde encontramos puestos para los niños, mercadillo de antigüedades, mercadillo de animales (con perros, peces, serpientes, pájaros... y numerosa gente peculiar)

Y una feria con multitud de niños... y eso nos impactó... porque vimos más niños que en Pekín, sobre todo en proporción.... jugando a todo lo que sabían... correr, saltar, volar cometas, patinar....

Y hacer como que patinan... jeje... haciendo caso a todas las instrucciones dadas por un hombrecillo de más de 50 años al que seguían en cada uno de sus movimientos... y probablemente alguno terminará siendo medalla de oro dentro de 3 olimpiadas...

De allí comimos algo ligerillo y a la estación... otras 4 horillas y media de duro asiento de tren y llegada a Pekín donde nos esperaba una hora de masaje cerca de casa por todo el cuerpo y una cena en el Hooters (con baile incluido) para terminar el finde... un fin de semana muy aprovechado y con un tiempo primaveral!

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